VALOR PRESENTE
Rubén Meraz Figueroa*
“Otra manera de interpretar la información”
El Secretario de Agricultura, Ganadería y Pesca (SAGyP), licenciado Juan Nicasio Guerra Ochoa, acudió a comparecer al Congreso del Estado, el pasado primero de febrero del año en curso.
En tal comparecencia, los diputados pertenecientes a los diversos partidos políticos, le cuestionaron duramente (entre otras cosas) por la falta de: Acciones puntuales a objeto de facilitar las condiciones para incentivar el incorporar valor a una parte de la producción primaria; escasa disposición para adaptar el plan de desarrollo estatal ante los efectos del cambio climático (cuyos resultados recientes fueron y son desastrosos); así mismo, comentaron que es notable la falta de aliento por o que se requiere de una política de gobierno con mayor dinámica a fin de que se evite simulaciones y corrupción con los subsidios. Debe buscar alcanzar mejores resultados, orientando de otra manera estos recursos, principalmente mediante una capacitación efectiva y urgente a los productores, a objeto de dotarlos de los recursos financieros, cuando hayan recibido una preparación apropiada. Tal situación permitiría impulsar realmente un desarrollo equilibrado en las diversas regiones del Estado, que con tanta urgencia se requiere.
Es de entender, que el plan estatal de desarrollo existe pero su funcionabilidad es criticable dado que los programas que de el emanan no han cumplido su objetivo; una gran parte de los programas listados prácticamente no avanzan y algunos de ellos no inician todavía sus actividades.
Resulta lamentable que las políticas públicas para el campo no tengan la fuerza ni el compromiso que se requiere por parte de los agricultores, gobierno, así como de los organismos involucrados (asociaciones de agricultores, administradores del agua para riego, entidades financieras y otros agentes), para hacer de esta actividad una verdadera fuente de progreso y bienestar sin tantos altibajos.
Un ejemplo para avanzar. Para el ciclo agrícola otoño-invierno 2011-2012, se programaron superficies de 568,037 hectáreas ( debió haber sido una superficie menor en unas 100 mil hectáreas derivada por la grave escases de agua en las presas y la insuficiente infraestructura y oportunidad en el manejo de pozos y bombeo); el reporte del avance de la superficie realmente sembrada de fecha enero 27 de 2012, fue de 634,491 hectáreas, que representa un incremento del 12% de lo programado, se espera que al cierre de los cultivo de sorgo y trigo la superficie sembrada se incremente un poco más.
Resulta realmente increíble que con todos los problemas que se tienen por la escases de agua y la sequía en toda su intensidad, no haya habido una recapacitación de todos los agentes que tienen que ver con la agricultura y ganadería en torno a la actitud tomada respecto a sembrar mayor superficie que la acordada en el programa de siembra previamente negociado.
Es de entender que el incremento de los programas de siembra de garbanzo y cártamo, prácticamente duplicaron la superficie 83% y 95% respectivamente, en maíz blanco también se incremento un 8% de lo programado. Hasta en legumbres cuyos productores son más ordenados y responden sus intereses a los mercados de exportación, también incrementaron la superficie en un 32% de lo programado.
Ante este panorama de tan graves consecuencias, que se puede esperar cuando las autoridades responsables de las siembras y los encargados de administrar el agua para riego, no lograron hacerse entender y los agricultores no alcanzaron a percibir en toda su extensión el grave problema que están “amasando”, principalmente cuando el cultivos como el maíz esté requiriendo el último riego y que el agua no alcance para realizarlo, principalmente en la región del centro del Estado (Guasave, Culiacán y San Lorenzo).
VALOR FUTURO
Sin duda resulta urgente modernizar el sector agropecuario en el Estado de Sinaloa, las condiciones de cómo trabajan en muchas regiones del la Entidad es lastimosa y sus expectativas de cambio solamente podrán suceder si la inversión financiera y capacitación de los productores penetra ordenada y eficazmente en las regiones marginadas con potencial productivo. Por ejemplo en ganadería bovina, en los próximos cinco años se puede incrementar la cantidad del pie de cría de un millón de cabezas, mismas que actualmente producen un poco más de 165 mil becerros, a un millón 200 mil cabezas, tal situación (con capacitación al ganadero) se estaría en condiciones de producir un poco más de 250 mil becerros para cubrir una gran parte que demanda la industria engordadora; además, se puede incrementar las exportaciones de ganado a USA.
Por lo que respecta al ganado porcino, en el Estado de Sinaloa se producen un poco mas de 26 mil toneladas para rastro, con peso por animal de unos 106 kilogramos; En un periodo de cinco años se puede incrementar bajo un buen plan, una producción equivalente a la que hoy día se obtiene. Cabe señalar que el mercado de cerdo en nuestro país, es deficitario en un 40% de su demanda.
Resulta necesario comprender que el Sinaloa agrícola no solamente son las 840 mil hectáreas que integran los valles agrícolas; nuestro Estado cuenta con un poco más de cinco millones de hectáreas, de las cuales cerca del 85% están prácticamente abandonadas. Tal situación permite apreciar que las cuantiosas inversiones que se requieren, no pueden salir del presupuesto del Estado ni de los programas federales de apoyo al campo. Habrá que hacer otro tipo de esfuerzos y administrar los riesgos bajo otras condiciones.
Para desarrollar y modernizar el sector agropecuario en el Estado de Sinaloa, no solo requiere talento, también es necesario una actitud y disposición para avanzar, adiestramiento, organización, apertura tecnológica, recursos financieros suficientes entre otros.
En el sector agropecuario llegó el tiempo de “sacudir el árbol”, a fin de que caigan las tecnologías del abuelo, que si bien fueron buenas y adecuadas en un tiempo muy atrás, ahora son otras las circunstancias, con otra velocidad, distinto valor, diferentes mercados y costos crecientes.
Buena suerte a los productores agropecuarios que intentan enfrentarse al futuro con nuevas herramientas y la posición gubernamental de nuevas actitudes, menos subsidios, pero mejor financiamiento y negociando las condiciones para alcanzarlo.
Agro negocios: proyectos y financiación*
TEL: (CEL: 044(6672) 154545
E-mail: rmf1208@hotmail.com
Pagina Web: http://rubenmeraz.blogspot.com/
Rubén Meraz Figueroa*
“Otra manera de interpretar la información”
El Secretario de Agricultura, Ganadería y Pesca (SAGyP), licenciado Juan Nicasio Guerra Ochoa, acudió a comparecer al Congreso del Estado, el pasado primero de febrero del año en curso.
En tal comparecencia, los diputados pertenecientes a los diversos partidos políticos, le cuestionaron duramente (entre otras cosas) por la falta de: Acciones puntuales a objeto de facilitar las condiciones para incentivar el incorporar valor a una parte de la producción primaria; escasa disposición para adaptar el plan de desarrollo estatal ante los efectos del cambio climático (cuyos resultados recientes fueron y son desastrosos); así mismo, comentaron que es notable la falta de aliento por o que se requiere de una política de gobierno con mayor dinámica a fin de que se evite simulaciones y corrupción con los subsidios. Debe buscar alcanzar mejores resultados, orientando de otra manera estos recursos, principalmente mediante una capacitación efectiva y urgente a los productores, a objeto de dotarlos de los recursos financieros, cuando hayan recibido una preparación apropiada. Tal situación permitiría impulsar realmente un desarrollo equilibrado en las diversas regiones del Estado, que con tanta urgencia se requiere.
Es de entender, que el plan estatal de desarrollo existe pero su funcionabilidad es criticable dado que los programas que de el emanan no han cumplido su objetivo; una gran parte de los programas listados prácticamente no avanzan y algunos de ellos no inician todavía sus actividades.
Resulta lamentable que las políticas públicas para el campo no tengan la fuerza ni el compromiso que se requiere por parte de los agricultores, gobierno, así como de los organismos involucrados (asociaciones de agricultores, administradores del agua para riego, entidades financieras y otros agentes), para hacer de esta actividad una verdadera fuente de progreso y bienestar sin tantos altibajos.
Un ejemplo para avanzar. Para el ciclo agrícola otoño-invierno 2011-2012, se programaron superficies de 568,037 hectáreas ( debió haber sido una superficie menor en unas 100 mil hectáreas derivada por la grave escases de agua en las presas y la insuficiente infraestructura y oportunidad en el manejo de pozos y bombeo); el reporte del avance de la superficie realmente sembrada de fecha enero 27 de 2012, fue de 634,491 hectáreas, que representa un incremento del 12% de lo programado, se espera que al cierre de los cultivo de sorgo y trigo la superficie sembrada se incremente un poco más.
Resulta realmente increíble que con todos los problemas que se tienen por la escases de agua y la sequía en toda su intensidad, no haya habido una recapacitación de todos los agentes que tienen que ver con la agricultura y ganadería en torno a la actitud tomada respecto a sembrar mayor superficie que la acordada en el programa de siembra previamente negociado.
Es de entender que el incremento de los programas de siembra de garbanzo y cártamo, prácticamente duplicaron la superficie 83% y 95% respectivamente, en maíz blanco también se incremento un 8% de lo programado. Hasta en legumbres cuyos productores son más ordenados y responden sus intereses a los mercados de exportación, también incrementaron la superficie en un 32% de lo programado.
Ante este panorama de tan graves consecuencias, que se puede esperar cuando las autoridades responsables de las siembras y los encargados de administrar el agua para riego, no lograron hacerse entender y los agricultores no alcanzaron a percibir en toda su extensión el grave problema que están “amasando”, principalmente cuando el cultivos como el maíz esté requiriendo el último riego y que el agua no alcance para realizarlo, principalmente en la región del centro del Estado (Guasave, Culiacán y San Lorenzo).
VALOR FUTURO
Sin duda resulta urgente modernizar el sector agropecuario en el Estado de Sinaloa, las condiciones de cómo trabajan en muchas regiones del la Entidad es lastimosa y sus expectativas de cambio solamente podrán suceder si la inversión financiera y capacitación de los productores penetra ordenada y eficazmente en las regiones marginadas con potencial productivo. Por ejemplo en ganadería bovina, en los próximos cinco años se puede incrementar la cantidad del pie de cría de un millón de cabezas, mismas que actualmente producen un poco más de 165 mil becerros, a un millón 200 mil cabezas, tal situación (con capacitación al ganadero) se estaría en condiciones de producir un poco más de 250 mil becerros para cubrir una gran parte que demanda la industria engordadora; además, se puede incrementar las exportaciones de ganado a USA.
Por lo que respecta al ganado porcino, en el Estado de Sinaloa se producen un poco mas de 26 mil toneladas para rastro, con peso por animal de unos 106 kilogramos; En un periodo de cinco años se puede incrementar bajo un buen plan, una producción equivalente a la que hoy día se obtiene. Cabe señalar que el mercado de cerdo en nuestro país, es deficitario en un 40% de su demanda.
Resulta necesario comprender que el Sinaloa agrícola no solamente son las 840 mil hectáreas que integran los valles agrícolas; nuestro Estado cuenta con un poco más de cinco millones de hectáreas, de las cuales cerca del 85% están prácticamente abandonadas. Tal situación permite apreciar que las cuantiosas inversiones que se requieren, no pueden salir del presupuesto del Estado ni de los programas federales de apoyo al campo. Habrá que hacer otro tipo de esfuerzos y administrar los riesgos bajo otras condiciones.
Para desarrollar y modernizar el sector agropecuario en el Estado de Sinaloa, no solo requiere talento, también es necesario una actitud y disposición para avanzar, adiestramiento, organización, apertura tecnológica, recursos financieros suficientes entre otros.
En el sector agropecuario llegó el tiempo de “sacudir el árbol”, a fin de que caigan las tecnologías del abuelo, que si bien fueron buenas y adecuadas en un tiempo muy atrás, ahora son otras las circunstancias, con otra velocidad, distinto valor, diferentes mercados y costos crecientes.
Buena suerte a los productores agropecuarios que intentan enfrentarse al futuro con nuevas herramientas y la posición gubernamental de nuevas actitudes, menos subsidios, pero mejor financiamiento y negociando las condiciones para alcanzarlo.
Agro negocios: proyectos y financiación*
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