Agosto 21 de 2011
VALOR PRESENTE
Rubén Meraz Figueroa
“Otra manera de interpretar la información”
En el Estado de Sinaloa, la actividad agropecuaria de mayor importancia, en términos de superficie sembrada, corresponde a los granos y concretamente al cultivo de maíz, dado que utiliza alrededor del 60% de la superficie total (840 mil hectáreas) para la producción de esta gramínea.
Sin duda, la gente del medio agrícola en la región, recuerda el ciclo otoño-invierno 2010-2011 que prácticamente acaba de terminar, ya que fue un momento histórico para la actividad agropecuaria; durante este ciclo se presentaron cambios violentos en el clima, haciendo que la temperatura bajara aceleradamente, hasta menos cuatro grados centígrados durante dos días consecutivos y con ello aniquiló prácticamente los cultivos en pie en todas las zonas agrícolas de la Entidad.
Ante tan sombríos escenarios, que se observaban a principios del mes de febrero, los productores agrícolas se enfrentaron con valor y presteza a tan inesperado desafío, alentados tanto por los gobiernos estatal y federal, de tal suerte que en tiempo record, volvieron a sembrar un poco más de 400 mil hectáreas principalmente con maíz y sorgo.
Resulta importante analizar, que fue lo que pasó a casi siete meses del gran siniestro ocurrido en el mes de febrero, en términos de riesgos productivos; evidentemente los productores que aseguraron el cultivo y adquirieron coberturas de precios, no tuvieron problemas para recuperar la inversión y alcanzar los niveles de liquidez que se requirió para establecer las inversiones requeridas en cultivos a resembrar; además el gobierno federal incrementó los apoyos y con ello la utilidad se elevó a niveles de buena rentabilidad por el periodo en cuestión.
La situación descrita anteriormente, requiere una importante reflexión por parte de los agricultores y sobretodo de los ejecutivos de sus organismos, al grado de que en sus charlas y entrevistas con los funcionarios de los bancos, asignen tiempo y espacio apropiados, a fin de estar promoviendo las resultados obtenidos con los seguros y coberturas de los cultivo, con el propósito de demostrar que los riesgos de daños o siniestros en la agricultura producidos por el clima, incendio e inundaciones no son tan severos dado que se está en condiciones de recuperar rápidamente la inversión si se cuenta con cobertura por seguro agrícola; de tal suerte que los recursos que las instituciones de crédito prestan, registran tasa de riesgos prácticamente de cero. Tal situación se vivió recientemente, admitiendo que las fallas ocasionadas sobretodo en “tiempos” fueron prácticamente por falta de experiencia en esta clase de conflictos.
VALOR FUTURO
Resulta importante señalar que el gobierno federal, muestra señales de entender lo que más angustia a nuestros productores rurales, tales como: El proteger su patrimonio y cooperar para que se incremente -con mejor probabilidad- la rentabilidad en el campo, utilizando las coberturas de precios y la aplicación de tasas de interés competitivas (más bajas comparativamente con el pasado). Por ello, es que actualmente la agricultura y ganadería esta recibiendo importantes apoyos financieros.
Es elemental apreciar, que estos necesarios apoyos, tales como: los seguros, las coberturas, las garantías liquidas, las tasas de interés líder (TIIE 4.7% de interés anual), recursos financieros para impulsar el desarrollo, capacitación de productores y otros. Todo esto, son medidas substanciales diseñadas con el propósito de que se vaya incrementando a mejor ritmo, la inversión en el medio rural.
Adicionalmente, es necesario mantener presente que los productores interesados en incrementar la infraestructura en su propia empresa o establecer nuevos proyectos asociados, a objeto de incrementar el valor de su producción primaria; también se puede contar con apoyos financieros directos, de tipo federal que al combinarlos con el proyecto de inversión elaborado, se reduce el tamaño del financiamiento, pero el costo de la inversión registra una tasa de interés aún más pequeña al ponderar los recursos del crédito con los apoyos gubernamentales.
Vale saber que SAGARPA y AGROASEMEX (Aseguradora Agrícola Mexicana) establecieron un convenio que se denominó FONARPA (Fondo Nacional para la Administración de Riesgos de Precios Agropecuarios), mismo que se utiliza para subsidiar esquemas de aseguramiento y cobertura de riesgos de precios agrícolas y pecuarios, a un mayor número de productos agropecuarios.
Estas estructuras de protección, propician una serie de beneficios a los productores rurales, tales como: permitir cumplir con seguridad los compromisos financieros adquiridos, incrementar la confianza del sistema financiero y facilitar una mayor participación crediticia en el sector rural entre otros.
Hoy día, se puede decir que muchas de las variables del proceso de producción agrícola, están protegidas, (cuando se toman los seguros y coberturas apropiadamente) en caso de presentarse algún tipo de siniestros productivos o problemas en la comercialización por cambios en los precios de los productos, pero lo que no se puede proteger es una mayor rentabilidad y mejor competitividad, esos apartados son responsabilidad total y absolutamente del productor.
Buena suerte para los productores agropecuarios presentes y futuros, ya que son los responsables de la producción agroalimentaria, mismos que tienen la obligación de satisfacer las necesidades de comida a la población mexicana, todo parece indicar que podrán hacer todavía mejor su trabajo. Échenle ganas; la eficiencia, normalmente es recompensada con mejores ingresos.
Agro negocios: proyectos y financiación*
TEL: (CEL: 044(6672) 154545
E-mail: rmf1208@hotmail.com
Pagina Web: http://rubenmeraz.blogspot.com/
VALOR PRESENTE
Rubén Meraz Figueroa
“Otra manera de interpretar la información”
En el Estado de Sinaloa, la actividad agropecuaria de mayor importancia, en términos de superficie sembrada, corresponde a los granos y concretamente al cultivo de maíz, dado que utiliza alrededor del 60% de la superficie total (840 mil hectáreas) para la producción de esta gramínea.
Sin duda, la gente del medio agrícola en la región, recuerda el ciclo otoño-invierno 2010-2011 que prácticamente acaba de terminar, ya que fue un momento histórico para la actividad agropecuaria; durante este ciclo se presentaron cambios violentos en el clima, haciendo que la temperatura bajara aceleradamente, hasta menos cuatro grados centígrados durante dos días consecutivos y con ello aniquiló prácticamente los cultivos en pie en todas las zonas agrícolas de la Entidad.
Ante tan sombríos escenarios, que se observaban a principios del mes de febrero, los productores agrícolas se enfrentaron con valor y presteza a tan inesperado desafío, alentados tanto por los gobiernos estatal y federal, de tal suerte que en tiempo record, volvieron a sembrar un poco más de 400 mil hectáreas principalmente con maíz y sorgo.
Resulta importante analizar, que fue lo que pasó a casi siete meses del gran siniestro ocurrido en el mes de febrero, en términos de riesgos productivos; evidentemente los productores que aseguraron el cultivo y adquirieron coberturas de precios, no tuvieron problemas para recuperar la inversión y alcanzar los niveles de liquidez que se requirió para establecer las inversiones requeridas en cultivos a resembrar; además el gobierno federal incrementó los apoyos y con ello la utilidad se elevó a niveles de buena rentabilidad por el periodo en cuestión.
La situación descrita anteriormente, requiere una importante reflexión por parte de los agricultores y sobretodo de los ejecutivos de sus organismos, al grado de que en sus charlas y entrevistas con los funcionarios de los bancos, asignen tiempo y espacio apropiados, a fin de estar promoviendo las resultados obtenidos con los seguros y coberturas de los cultivo, con el propósito de demostrar que los riesgos de daños o siniestros en la agricultura producidos por el clima, incendio e inundaciones no son tan severos dado que se está en condiciones de recuperar rápidamente la inversión si se cuenta con cobertura por seguro agrícola; de tal suerte que los recursos que las instituciones de crédito prestan, registran tasa de riesgos prácticamente de cero. Tal situación se vivió recientemente, admitiendo que las fallas ocasionadas sobretodo en “tiempos” fueron prácticamente por falta de experiencia en esta clase de conflictos.
VALOR FUTURO
Resulta importante señalar que el gobierno federal, muestra señales de entender lo que más angustia a nuestros productores rurales, tales como: El proteger su patrimonio y cooperar para que se incremente -con mejor probabilidad- la rentabilidad en el campo, utilizando las coberturas de precios y la aplicación de tasas de interés competitivas (más bajas comparativamente con el pasado). Por ello, es que actualmente la agricultura y ganadería esta recibiendo importantes apoyos financieros.
Es elemental apreciar, que estos necesarios apoyos, tales como: los seguros, las coberturas, las garantías liquidas, las tasas de interés líder (TIIE 4.7% de interés anual), recursos financieros para impulsar el desarrollo, capacitación de productores y otros. Todo esto, son medidas substanciales diseñadas con el propósito de que se vaya incrementando a mejor ritmo, la inversión en el medio rural.
Adicionalmente, es necesario mantener presente que los productores interesados en incrementar la infraestructura en su propia empresa o establecer nuevos proyectos asociados, a objeto de incrementar el valor de su producción primaria; también se puede contar con apoyos financieros directos, de tipo federal que al combinarlos con el proyecto de inversión elaborado, se reduce el tamaño del financiamiento, pero el costo de la inversión registra una tasa de interés aún más pequeña al ponderar los recursos del crédito con los apoyos gubernamentales.
Vale saber que SAGARPA y AGROASEMEX (Aseguradora Agrícola Mexicana) establecieron un convenio que se denominó FONARPA (Fondo Nacional para la Administración de Riesgos de Precios Agropecuarios), mismo que se utiliza para subsidiar esquemas de aseguramiento y cobertura de riesgos de precios agrícolas y pecuarios, a un mayor número de productos agropecuarios.
Estas estructuras de protección, propician una serie de beneficios a los productores rurales, tales como: permitir cumplir con seguridad los compromisos financieros adquiridos, incrementar la confianza del sistema financiero y facilitar una mayor participación crediticia en el sector rural entre otros.
Hoy día, se puede decir que muchas de las variables del proceso de producción agrícola, están protegidas, (cuando se toman los seguros y coberturas apropiadamente) en caso de presentarse algún tipo de siniestros productivos o problemas en la comercialización por cambios en los precios de los productos, pero lo que no se puede proteger es una mayor rentabilidad y mejor competitividad, esos apartados son responsabilidad total y absolutamente del productor.
Buena suerte para los productores agropecuarios presentes y futuros, ya que son los responsables de la producción agroalimentaria, mismos que tienen la obligación de satisfacer las necesidades de comida a la población mexicana, todo parece indicar que podrán hacer todavía mejor su trabajo. Échenle ganas; la eficiencia, normalmente es recompensada con mejores ingresos.
Agro negocios: proyectos y financiación*
TEL: (CEL: 044(6672) 154545
E-mail: rmf1208@hotmail.com
Pagina Web: http://rubenmeraz.blogspot.com/